Hablarle al bebé, aunque él todavía no hable

Se suele creer que como el bebé todavía no ha aprendido a hablar no tiene sentido que nosotros le hablemos. Total, no entiende lo que le decimos. Sin embrago, esto no es así. Desde que nacen, e incluso desde el vientre materno, lo oyen todo, y por más que no comprendan el significado de lo que decimos, hablarle al bebé aunque él todavía no hable, beneficia su propia adquisición del habla, del razonamiento, y por ende, su desarrollo.

La interacción entre los padres y el bebé es fundamental. Debemos hablarle al bebé como si nos entendiera, haciéndolo partícipe de todo lo que sucede alrededor.


Pero, ¿cómo debemos hablarle? Podemos hablarle de la misma forma que nos dirigimos a un adulto, utilizando las mismas palabras, pero también podemos alternar algunas conversaciones en lenguaje de bebés, pues a ellos les gusta que se les hable como a bebés.

Sea como sea, podemos aprovechar un montón de situaciones cotidianas para conversar con nuestro bebé.

Por ejemplo, a la hora del baño, que es además un momento especial para interactuar y disfrutar con el bebé, podemos ir explicándole qué prendas le quitamos para desvestirlo, luego preguntándole si le gusta el agua, contándole qué parte del cuerpo le enjabonamos. A la hora de comer, le podemos contar los ingredientes del puré, qué vendrá luego, podemos leerle cuentos…

Como éstos, hay miles de ejemplos para compartir conversaciones con el bebé, bueno conversaciones unilaterales, ya que nosotros le hablamos al bebé y aunque él no responda con palabras, si lo hará a través de sus expresiones, sonrisas y miradas.

Lo importante es hablarle con naturalidad, en un tono sosegado, de la misma forma que le hablamos a un amigo o a otro miembro de la familia.

Aunque él todavía no hable, disfrutará aunque no comprenda los detalles. Al hablarle estaremos contribuyendo a desarrollar su lenguaje, pero también a brindarle atención y cariño.

Foto | molly darling en Flickr